Tras el supuesto suicidio de su hermano, quien era sacerdote, Grace se dirige a un aislado convento en Escocia, lugar donde ocurrió su caída y posterior muerte. Al dudar de la versión oficial presentada por la Iglesia, se sumerge en la investigación de un homicidio, un sacrilegio y una perturbadora revelación acerca de su propia identidad.