Viena, 1937, poco antes de la incorporación de Austria al Tercer Reich. El joven e inexperto Franz Huchel empieza a experimentar las alegrías y las dificultades de la vida mientras trabaja como aprendiz en un pequeño estanco bajo la tutela de Otto Trsnjek, un excombatiente con discapacidad. En ese lugar, entabla una relación con el célebre psiquiatra Sigmund Freud, un cliente frecuente que se transformará en un amigo invaluable en tiempos de desorden y duda.