En una ubicación de Europa, a mediados del siglo XX, Albert se encarga del cuidado de Mia, una pequeña con dientes helados. Mia nunca abandona un departamento cuyas puertas y ventanas permanecen selladas. El teléfono suena frecuentemente, y un personaje apodado el Maestro muestra interés por la condición de Mia. Un día, Albert recibe órdenes: debe alistar a la niña y salir al mundo exterior.