Cuando eran pequeñas, las hermanas Hilary y Jackie se dedicaron al estudio de la música. Sin embargo, a pesar de que Jackie, la menor de las dos, rápidamente ganó renombre como concertista de violonchelo, Hilary no logró el mismo reconocimiento con la flauta. En lo que respecta a su vida personal, las situaciones se dieron de manera contraria: Hilary, felizmente casada, residía en el campo junto a su esposo y sus dos hijas; por otro lado, el matrimonio de Jackie con un reconocido pianista atravesaba dificultades debido a los constantes compromisos profesionales de ambos.