Durante la crisis sanitaria por COVID-19 en Seattle, una profesional de la tecnología que sufre de agorafobia se topa con pruebas de un delito violento mientras examina un flujo de datos. Al intentar notificar a su empresa, se enfrenta a una serie de obstáculos y trámites burocráticos. Para poder actuar, se da cuenta de que debe confrontar su mayor temor y atreverse a salir de su hogar, adentrándose en las calles de la ciudad, que están repletas de manifestantes tras la aprobación por parte del ayuntamiento de una ley que limita la movilidad de las personas sin hogar.
