Salamanca, España, 1936. Durante los primeros momentos de la insurrección militar que desencadenó la guerra civil española (1936-39), el autor Miguel de Unamuno brinda su respaldo al movimiento con la expectativa de que se ponga fin al desorden político que reina. Sin embargo, cuando el conflicto se torna violento, Unamuno empieza a replantearse su postura inicial.