La película narra los eventos que rodearon el robo de diversos objetos prehispánicos del Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México en 1985. Las autoridades se llevaron una gran sorpresa al descubrir que los responsables de tan audaz acto eran dos jóvenes de los suburbios, Carlos Perches y Ramón Sardina (interpretados por García Bernal y Leonardo Ortizgris), en lugar de los expertos ladrones de arte que se creía habían cometido el delito.