Tony, agente de la división de delitos del NBI, especializado en casos extremos y casi paranormales, se enfrenta a una entidad decidida a asesinar y torturar a mujeres bellas. Las personas a su alrededor, incluida su colega Jane, corren peligro. Se sospecha que el espíritu, responsable de numerosas muertes en Japón, tiene como blanco a mujeres de un antiguo clan de samuráis. En Manila, Miyuki, integrante de dicho clan, se ve forzada a colaborar en la investigación de estos homicidios para poner fin a la voraz matanza de la siniestra entidad.