Rambo es liberado de prisión y enviado nuevamente a Vietnam con una nueva tarea: descubrir el paradero de unos soldados estadounidenses que han desaparecido. Después de aterrizar en paracaídas en la selva, llevando consigo solo un cuchillo y un arco con flechas, se le ordena que no ataque a los enemigos y que se limite a realizar fotografías de reconocimiento. Sin embargo, las cosas no saldrán según lo planeado.