Tras emigrar a Grecia desde Nigeria, Vera y Charles Antetokounmpo enfrentaron grandes dificultades para sobrevivir y criar a sus cinco hijos, mientras lidiaban con la constante amenaza de ser deportados. Anhelando obtener la nacionalidad griega, pero siendo obstaculizados por un sistema que les cerraba puertas a cada instante, la visión, el empeño y la fe de esta familia los llevaron desde la penumbra hasta el éxito, impulsando las carreras de tres campeones de la NBA.