En un momento decisivo ocurrido el 26 de septiembre de 1983, Stanislav Petrov tuvo en sus manos el futuro del mundo. Cuando se activó inesperadamente una alarma en el centro soviético de alerta temprana nuclear Serpukhov-15, Stanislav debía reaccionar ante un informe que indicaba que cinco misiles nucleares estadounidenses se dirigían hacia la Unión Soviética. En lugar de proceder con una represalia, siguió su intuición y desafió el protocolo, convenciendo a las fuerzas armadas de que se trataba de una falsa alarma. Su elección evitó un potencial y devastador holocausto nuclear. Tres décadas más tarde, este héroe olvidado emprendió un notable viaje a Estados Unidos, donde finalmente recibió el reconocimiento por su acto histórico y halló la fortaleza para reconciliarse con su pasado. Durante su travesía, fue recibido por Walter Cronkite, quien lo llamó “el hombre que salvó al mundo”, y tuvo la oportunidad de conocer a Kevin Costner, Robert De Niro, Matt Damon y Ashton Kutcher.
