Ulises, quien padece un severo trastorno psicomotor, recibe el apoyo de su hermano. Un día, decide dejar el hogar familiar y se entierra vivo. Su hermano, angustiado, lo halla y logra persuadirlo para regresar, pero ya no sabe cómo ayudarlo. Una mañana, un comerciante ambulante toca a la puerta y lo invita a pasar la noche en su hogar. Al amanecer del día siguiente, Ulises elige acompañarlo. Tras un tiempo de viaje, le entrega su corazón al vendedor.