A pesar de haber iniciado una carrera literaria llena de promesas, Ryota se enfrenta a una serie de desengaños. Ha finalizado su matrimonio con Kyoko y dilapida sus ingresos como investigador privado en apuestas de carreras de caballos, lo que le impide cumplir con la pensión alimentaria de su hijo de 11 años, Shingo. Actualmente, Ryota busca recuperar la confianza de sus seres queridos y involucrarse en la vida de su hijo. La situación se presenta complicada, pero un día un tifón obliga a toda la familia a pasar una noche unida.