Existen un banco que se distingue por completo de cualquier otro, siendo absolutamente impenetrable. Hasta ahora, nadie ha logrado asaltarlo; no hay planos ni información sobre su estructura, y el modo en que se ha diseñado la cámara acorazada permanece en el misterio. El ingeniero Thom Laybrick no siente temor alguno; su única obsesión es infiltrarse en esa cámara y apoderarse de un enigmático objeto que se encuentra en su interior. Este objeto solo estará presente durante un intervalo de 10 días. Durante este periodo, se llevará a cabo una muy esperada final de fútbol en España, lo que le brindará a Laybrick una oportunidad inmejorable para entrar al banco sin ser visto.