Gabriela (Marta Hazas) se ha trasladado recientemente a una nueva residencia con su familia y, poco después de instalarse, descubre una veta de un mineral desconocido en el interior de la casa. Al entrar en o con él, Gabriela vive una experiencia extraordinaria: de repente, comienza a vislumbrar fragmentos del futuro, y en uno de ellos presencia la muerte de su hija, Emma. Después de asegurarse de que estas visiones no son el resultado de ningún trastorno mental, Gabriela se propone cambiar el destino de su hija con la ayuda de Andrés (Álex González), un inspector de policía cuya esposa también tuvo esas mismas visiones.